Tener preparados un amplio abanico de movimientos de ataque pero a la vez, ser flexibles para adaptarse si éstos no salen bien. En ese caso, analizar porqué no se están ejecutando correctamente.
Teniendo en cuenta la línea de ventaja, pensar cuánto espacio le vamos a ceder a los tres cuartos contrarios, ya que ésto determinará dónde queda la línea de placaje.
Sumar atacantes, restar defensores. Siete tres cuartos pueden jugar como diez; pasando, corriendo y apoyando en cada movimiento.
Adelantarse a la defensa con cambios de ritmos y de líneas de carrera va a dar al ataque ventaja para desarticular patrones defensivos.
Los pases planos le dan a los defensores menos tiempo para reaccionar.
La velocidad es esencial en cada acción individual; en los pases, en las carreras, en los placajes, al levantarse del suelo, etc., pero también en la ejecución de movimientos colectivos. Cuanto más rápido se ejecute un movimiento de ataque, más difícil será defenderlo y contrariamente, cuanto más rápido se organice la defensa, más difícil será que ésta sea batida.
En ataque, dar amplitud al campo estirando a la defensa. Esto es, separación entre los tres cuartos a lo ancho del campo para obligar a la defensa a abrirse para defender, creándose espacios entre ellos. Entonces, aprovechar los espacios y jugar con cruces y/o incorporando jugadores extra.
Poner el balón en el espacio. Esto es, ser capaces de poner a un jugador con el balón en las manos, corriendo y aprovechando un espacio libre.
En ataque, correr recto hacia los tres cuartos contrarios involucrando y ‘comprometiendo’ a los defensores. No correr de lado, preservar el espacio libre.
Mantener la posesión del balón. En los contactos con contrarios, intentar mantenerse de pie el mayor tiempo posible y hacer el balón disponible para los apoyos. Ésto también significa, no patear el balón sin sentido, y si se patea, sólo con la idea de ir a recuperar la posesión.
Debe haber siempre apoyos del portador del balón, preparados para entrar en acción de manera inmediata. Cuando se consigue romper la línea de tres cuartos defensiva, toda la línea atacante debe seguir en apoyo creando líneas de pase que alejen el balón de la zona de ruptura.
La defensa se puede convertir en ataque a partir de buenos placajes y rápidas recuperaciones del balón. Se puede avanzar incluso siendo defensor poniendo presión sobre el ataque a través de una buena organización defensiva.
La defensa, por definición, está entre el balón y la línea de marca. Si el balón es pateado a la espalda de la defensa, los tres cuartos tienen que retroceder rápidamente para reorganizarse. Ante este tipo de ataque, el ala del lado cerrado tiene que dar cobertura defensiva y ayudar al zaguero en las labores de último jugador en defensa.
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