Ante una defensa contraria difícil de batir y muy presionante, cualquier patada que ponga en jaque a ésta es una buena opción:
• una patada alta y larga a una esquina para ganar terreno o,
• una patada corta a la espalda de la defensa que vaya botando o,
• una patada cruzada para poner el balón en una zona del campo menos poblada de contrarios o incluso,
• una patada a bote pronto a palos para conseguir puntos cuando se llega a las inmediaciones de la zona de 22 metros contraria.
Mostar a la defensa que el equipo atacante tiene diferentes alternativas para salir de la presión, va a hacer dudar a la defensa de presionar tanto en posteriores ocasiones.